HISTORIA

La génesis de la Fundación Okamando se materializa con la compleja historia de vida que tuvo el Fundador y actual Director de la Fundación junto con su familia, pues Dios todo poderoso principalmente y su madre la señora Martha son sus más hermosas fuentes de inspiración y de superación, enfatizando claramente en todos los esfuerzos que tuvo que padecer su madre para sacar adelante 07 hijos, de los cuales actualmente 04 se encuentran con vida. Conexo a lo antes señalado, el actual director vivió con su madre toda la niñez y parte de la adolescencia, en el transcurso de la misma, observo claramente que es vivir con grandes necesidades y sin casa propia, notó las grandes humillaciones que le realizaron a su madre por utilizar un lavadero, una habitación, una estufa; sin embargo, su señora Madre, logro superar cada una de estas etapas y fue determinante al levantar una casa empírica con un material denominado paroi, similar al cartón, pero que lograba detener el frío y la lluvia; no obstante, en época de invierno, no alcanzaban los pocillos, olletas y vasijas en el cuarto para combatir las goteras, cuarto que se transformaba en la misma sala, la misma cocina y el mismo comedor, toda vez que era supremamente pequeño, allí vivieron todos durante muchos años. En consecuencia, en su niñez entre centenares de necesidades, el señor Director recuerda una en especial, toda vez que se tenía que poner dos o tres pares de medias encima para que no se notaran los rotos entre ellas, no contaba con los recursos pecuniarios para la compra de los mínimos libros y cuadernos para estudiar; así mismo, tenía que caminar alrededor de 1 a 2 horas para llegar al Colegio entre carreteras improvisadas, pues las lluvias eran tan fuertes en aquel entonces, que se enterraban los pies del barro tan profundo; acto seguido, no contaba con los fondos suficientes para estudiar una carrera profesional; sin embargo, cuando cursaba el bachillerato, conoció de Dios de una manera muy especial en la iglesia Ejército de Salvación, y en una noche de talentos, a través de un video de Dante Gebel llamado “NO ERES TU SOY YO”, se enamoro profundamente de Dios, cambio su vida para siempre desde aquel momento, comprendió que nunca estaría solo, entendió que Dios nos ama y que se alegra de cada oración y adoración que le hacemos en silencio, fue este el detonante que enlazo la fe y el amor para que el señor Director orara y le pidiera a Dios ayuda, con el fin de que le abriera el camino hacía el éxito. De esta manera, en algunos momentos que compartió con su Padre el señor Jaime Rincón, sembró en él, el amor por las Fuerzas Armadas; luego entonces, al no tener dinero para estudiar una carrera profesional y notar los grades esfuerzos que habían hecho su madre y sus hermanos, tomó la difícil decisión de ingresar a la carrera de las armas en la Escuela Inocencio Chinca en la Base Militar de Tolemaida - Colombia, sin recursos económicos, salto hacía el abismo en Fe y logró ingresar a través de un estricto proceso entre más de 2000 mil candidatos al Ejército Nacional el 01 de marzo del año 2001, en sus primeros meses le manifestaba a su madre que no tenía permisos ni visitas porque se encontraba en entrenamientos, pero lo cierto era que los domingos, día de descanso de la tropa, el señor Director le lavaba los uniformes a sus compañeros para lograr subsistir dentro de la Escuela, de esta manera sus compañeros le pagaban entre 2 mil a 2 mil quinientos pesos, recursos que le servían para comprar agua, útiles de aseo y demás herramientas académicas para su entrenamiento, al ascender a los 6 meses a Dragoneante, no se veía bien esta labor con sus subalternos; luego entonces, logró comprar una cámara de fotos, y al no existir las redes sociales ni los teléfonos con cámara que emana la actualidad, se convirtió en el fotógrafo de su pelotón, permitiendo de esta manera tener una entrada económica para su sostenimiento, especialmente para los útiles académicos necesarios para continuar con su entrenamiento. Al pasar 18 meses, logró graduarse como Cabo Tercero del Ejército de Colombia con el arma de Caballería, perteneció a la Novena Brigada, logrando excelentes resultados, lo que lo llevaron a presentarse en la Aviación del Ejército, clasificando entre más de 100 candidatos, logrando realizar una transición y enfocar su entrenamiento en la parte aeronáutica. Inició a volar helicópteros de combate HUEY II - UH-1N y BLACK HAWK, en cada uno de los combates que tenía, recuerda con gran dolor y tristeza como sacaba soldados muertos y heridos. Algunos de ellos compañeros y lanzas, héroes que dejaron todo en el campo de combate por el amor a Colombia, al finalizar cada operación, se sorprendía de salir vivo, pues generalmente impactaban con varios disparos la aeronave que volaba, de esta manera realizó una promesa a Dios, unificando los múltiples escenarios vividos desde su niñez, esta fue, lograr ayudar y retribuir de alguna manera con su tiempo y recursos económicos a los más vulnerables y permitir de alguna manera que cumplan sus sueños, inició sólo en Girardot, Melgar y Bogotá donando desayunos y almuerzos, acto seguido con un grupo de la familia (su Mama, su hermana Claudia, su cuñado Jorge, su amigo Manuel y su tío Jhonson QEPD) continuaron realizando obras sociales especialmente repartiendo tamales, esto se materializo en una actividad altruista cada vez que llegaba de operaciones de combate. Posteriormente, proyecto y materializó formalmente la Fundación Okamando, orando a Dios en el significado y Slogan, y en un escenario complejo y ambiguo en el teatro de operaciones Dios le dio la respuesta esta es “Los sueños no pueden quedarse sólo en sueños”, de esta manera continuaba realizando actividades filantrópicas, ya no solo de alimentos, sino médicas, odontológicas, de infraestructura referente a mejorar las viviendas, también académicas a la luz de entrega de kit escolares, en consecuencia, y luego de volar por más de 12 años, fue herido en el campo de combate en la Hormiga Puerto Asís Putumayo en el área perineal con un impacto de bala AK-47 contaminada, hechos que lo dejaron sin caminar durante varios meses, acto seguido, recupera con la gracia de Dios la movilidad y después de no poder volver a volar, toma la decisión de estudiar leyes, se graduó como abogado, posteriormente como Especialista en DDHH - DIH y Resolución de Conflictos, y se gradúa como Magister en Seguridad y Defensa en la Escuela Superior de Guerra. Finaliza sus servicios a la patria con más de 20 años de servicio, dando un salto hacía la vida civil, allí concentra aún más su esfuerzos en continuar construyendo sueños, especialmente en aquellos que han perdido las esperanzas de vivir, proyectando la construcción de sueños rotos, logrando la Fundación ser la imagen del día en dos ocasiones en los medios de comunicación internacionales, así como en dos oportunidades en los medios nacionales, siempre enviando un mensaje de esperanza y de fe en Dios, pues sin él, nada es posible. Actualmente, lidera la Fundación Okamando con gran amor y ardua pasión, proyectando grandes sueños en favor de los más necesitados, inspirando a las personas en que debemos ayudar y amarnos unos a otros, pues considera que todo lo que tenemos en la tierra es prestado y momentáneo, y que juntos podemos seguir construyendo sueños.